Las 10 diferencias cruciales entre ser dueño de una pequeña empresa y ser un empresario inspirado

Si estás leyendo esto, quizá no ha pasado mucho tiempo desde que te libraste del mundo
corporativo y emprendiste tu propia aventura. Y tal vez, el sueño que tenías en mente no
resultó tal y como planeaste. Pero si estás aquí, significa que sigues motivado y listo para
convertirte en un empresario de ensueño determinado a cumplir todas sus metas y ambiciones.
Dejar la seguridad de un cheque y prestaciones sonó aterrador en su momento, pero ahora hay
cosas que resultan aún más espeluznantes, pues aunque no lo creas, pasar de empleado a
jefe es un salto descomunal, y es todavía más grande el pasar de jefe a líder. Pues ahora es tu
responsabilidad inspirar día a día a tus colaboradores.
Vayamos en retrospectiva: el camino ha sido duro, seguramente tuviste que aprender cosas
que antes no te importaban como obtener el iva, llevar tu contabilidad, formar la estructura y el
plan de negocios que llevará a tu pequeña empresa al éxito. Y seguramente terminó pasando
lo inevitable: trabajas mucho más de lo que hacías cuando tenías un jefe, con más presiones y
estrés del que tenías antes.
Esto es porque ahora estás trabajando para tu negocio y no al revés: tienes que hacer que tu
negocio trabaje para ti. Este problema es más común de lo que crees, así que para cambiarlo,
te presento lo que debes hacer como empresario inspirado para darle un giro a este proceso
que puede acabar contigo.

Los emprendedores inspirados siguen su vocación

Ellos han encontrado el trabajo para el que nacieron, y no sólo eso, si no que día a día
persiguen su vocación con cariño y esfuerzo, dos aptitudes que se verán reflejadas en el
rendimiento de su empresa y sus finanzas.
Hay un gran vínculo entre lo que son, lo que sienten y lo que hacen. Ya que el trabajo deja de
ser una carga para convertirse en pasión ¿Sientes algo de esto en tu actual emprendimiento?
Un ejercicio sencillo para descubrir tu vocación es imaginarte ganar la lotería, y después de
gastar en viajes, casas, autos y todo lo que puedas comprar, ¿qué harías después de todo
esto?
Ve más allá y no te quedes en lo superficial como “una beneficencia”, si es lo que te gustaría
hacer, ¿a quién ayudarías? ¿Sería nacional o local? Responde honestamente y encontrarás la
vocación que te gustaría seguir.

Crean negocios que complementan sus pasiones, talentos y
estilo de vida

Crean negocios en los que se puedan apoyar, y no al revés. Es decir, negocios que vayan de la
mano con sus talentos e intereses. De esta forma no se sienten presionados a la hora de
trabajar.
Muchos jóvenes empresarios terminan sacrificando sus necesidades e intereses tan solo por
alcanzar el éxito. Pero un empresario inspirado sabe que su negocio es una catapulta para
descubrir y expresar sus propios dones y talentos únicos, a la vez que obtiene el éxito y la
felicidad.
Imagina el caso pasado de la fundación, supongamos que te encantan los animales y tu pasión
sería crear una fundación para apoyar a los que están en situación de calle o sufren alguna
enfermedad. Uno de tus negocios que complementen esta pasión podría ser una pet shop
donde ofrezcas cualquier variedad de productos y también sea un espacio para poner en
adopción a las mascotas.

Tienen un propósito más elevado que ganar dinero

Es verdad que el dinero es parte fundamental de nuestras vidas, nos ayuda a obtener
productos y servicios necesarios para vivir. La mayoría de las personas trabajan para
acumularlo, aumentar su dinero y gastarlo, pero para un empresario inspirado eso pasa a
segundo término.
Para ellos, las satisfacciones dejaron de ser materiales y comenzaron a ser intangibles. Estas
pueden estar en su familia, amigos y la calidad de servicio que están ofreciendo, lo que les
ayudará a crecer y alcanzar sus metas.
Piensa en el mejor restaurante al que has ido, quizá no tienen la mejor comida, pero sí el mejor
servicio y eso es algo por lo que se apasionan, creen y ejecutan. El dinero pasa a segundo
término, pero al mismo tiempo, esa pasión les está retribuyendo monetariamente, ya que un
trabajo bien hecho se vende solo.

Siempre están evolucionando su negocio

Mientras que los dueños de pequeñas empresas no disfrutan su trabajo y lo ven con pesar, a
los empresarios inspirados les encanta trabajar en y para su negocio, buscan mejora continua y
hacer que su negocio sea más funcional.
La gran diferencia es que ellos van un paso adelante planeando con anticipación y
adaptándose a los cambios, tanto tecnológicos como de mercado. Para ello, el empresario

inspirado vigila con detenimiento las ventas, flujo de clientes y efectivo, que le permiten saber
cómo y en qué momento actuar.
Para ello, implementan las mejores soluciones tecnológicas y simples que le ayuden a mejorar
su administración y ofrecer un mejor servicio como el caso de las terminales punto de venta
móviles o TPV, que ayudan a los comercios a aceptar tarjetas sin la necesidad de un enorme
papeleo y tiempo.
Aunque, no sólo ven el futuro de su empresa, también voltean hacia atrás para evaluar las
estrategias pasadas y actuales, tratando de mejorar, evolucionar y aprender del pasado para
no repetir los mismos errores. Su meta es mantenerse interesantes, divertidos e innovadores.

El crecimiento personal es tan importante como el de su negocio

A los empresarios inspirados les encanta aprender y crecer por sí mismos a través de la
gestión de su negocio. Saben que dirigir su proyecto es el mejor seminario de crecimiento
personal. Convierten sus experiencias en un espejo que refleja tanto sus fortalezas, como sus
debilidades.
Son dueños de una curiosidad inagotable sobre lo que son y lo que pueden llegar a ser. Y a
diferencia de los dueños de pequeñas empresas, ellos no están para nada interesados en ser
competitivos. Pues su interés radica más en desarrollar su propio potencial.

Se alimentan más de la inspiración que de la motivación

Los emprendedores inspirados no buscan atajos, porque ven en ellos el freno que los detiene a
progresar. Mantienen sus metas simples, se enfocan en una meta a la vez y mantienen su
inspiración fija un solo punto para no distraerse.
El estado de ánimo es importante para ellos, sí el camino es largo, sus objetivos son claros y
bien definidos para que día a día los cumplan, eso los mantiene con ánimo para seguir
trabajando día a día.
La motivación consiste en ser inflado por alguna fuerza externa, mientras que la inspiración
consiste en ser iluminado por un fuego interior. Los emprendedores inspirados no necesitan ser
animados, pero saben que necesitan encender y reavivar regularmente su llama de inspiración.

Les encanta entender cómo encuentran y atraen a sus clientes
ideales

Los empresarios inspirados tienen una curiosidad sin fin sobre cómo atraer y servir mejor a sus
clientes. Les encanta servir y contribuir, y creen que lo que hacen hace la diferencia. Disfrutan
corriendo la voz sobre sus actividades, y haciendo que la gente actúe, pero sólo en formas que

se basan en la honestidad y la integridad. Están dispuestos a dejar de ser anónimos y darle la
bienvenida al mundo.

Trabajan de manera inteligente y estratégica.

Los empresarios inspirados saben que el trabajo duro por sí solo no es garantía de éxito. No
confunden estar ocupado con ser estratégico. Ellos saben que el éxito no viene del dolor, la
lucha y el sacrificio, sino que saben que viene de ideas brillantes y bien implementadas.
Saben utilizar el tiempo muerto a su favor para generar nuevas ideas y pensar
estratégicamente, para ellos es más valioso que estar una hora atrás de su escritorio.

Dirigen su vida y su negocio con alegría

Las pequeñas empresas tienden a ser mecánicas y repetitivas, mientras que los empresarios
inspirados manejan su negocio y su vida a través de un sentido de alegría, inspiración y
vitalidad.
También tienen un sentido de destino y rectitud sobre lo que hacen, sabiendo que sus talentos
particulares están siendo utilizados al máximo y que ellos y su negocio evolucionan a través de
un sentido de revelación continua.
Odian aburrirse y siempre se preguntan: «¿Cómo puedo inspirarme a mí mismo?»

Valoran su instinto y su forma de pensar

Están conscientes de que han logrado unir su pasión y el dinero casando su corazón inspirado
con su brillante pensamiento empresarial. Se vuelven potentes al usar uno para apoyar al otro,
creando la sinergia que todo buen negocio necesita.
Así que empieza a inspirarte a ti mismo y deja de ser el dueño de una pequeña empresa,
conviértete en ese empresario inspirado que siempre soñaste.
Mientras estés realizando aquello para lo que naciste, la felicidad, inspiración y éxito nunca
faltarán en tu vida personal y laboral.

Autor invitado: Clip